POST


La revolución de las cámaras digitales réflex, también conocidas como DSLR (digital single-lens reflex camera) se puede ilustrar claramente con un ejemplo: el episodio final de la sexta temporada de la serie “House” se rodó con este tipo de cámaras. No se trata de un caso aislado. La industria audiovisual se ha volcado con estas nuevas herramientas capaces de grabar video en alta definición. Productoras independientes, agencias de publicidad, directores como Robert Rodriguez o James Cameron ya las están usando. Philip Bloom, director de fotografía y cineasta británico especializado en el manejo de las DSLR, recibió una petición personal para dirigir un curso de formación en el Rancho Skywalker de George Lucas.

¿Qué tienen estas cámaras de fotografía? ¿A qué se debe este boom en el mundo del cine y la televisión?

Jugando con la profundidad de campo

Principalmente, estas cámaras permiten jugar con una profundidad de campo reducida. Esto implica que el cineasta decide qué elementos del encuandre quiere dejar enfocados y cuáles no. De esta manera puede dirigir la mirada del espectador, focalizar su atención, crear ambientes íntimos en planos cerrados y, en definitiva, contar mejor una historia. Visualmente, saber jugar con el foco aporta una apariencia más profesional a los planos y les confiere un estilo muy cinematográfico. Por ello, siempre ha sido un factor muy deseado, sobre todo en el terreno de los cineastas amateurs. Pero las cámaras de video domésticas o semi-profesionales tienen serios problemas para conseguirlo, porque suelen dejar todo enfocado, tanto los personajes que quedan en primer término como el fondo de la imagen.

La profundidad de campo permite dirigir la mirada
La profundidad de campo permite dirigir la mirada

¿Cómo se consigue una profundidad de campo así? Las DSLR no tienen un botón mágico para ello, dependen de varios factores ópticos, como la distancia focal del objetivo, la apertura del iris y… el tamaño del sensor de la cámara. Aquí es donde las DSLR salen ganando. Sus sensores fotosensibles, encargados de transformar la luz que reciben en información digital, son grandes y luminosos. En el terreno profesional, cuanto más grande es el sensor más cara es la cámara, porque más cantidad de información logra capturar y mayor calidad aporta. Hasta hace relativamente poco, encontrar este tipo de sensores en cámaras de video fuera del ámbito profesional era bastante difícil. Las DSLR han supuesto grandes sensores a precios mucho más asequibles.

Lentes para todos

Otro punto a su favor es la posibilidad de emplear distintos objetivos. Este hecho ya las convierte en cámaras mucho más versátiles que aquellas de lente fija. Además, el mundo de la fotografía cuenta con un amplio abanico de objetivos donde elegir, en función de las necesidades de rodaje y el tipo de plano que se busque. Aunque en general no llegan a la calidad de los objetivos de cine, son mucho más asequibles.

Pequeñas pero matonas

El tamaño también es otro factor importante. Las DSLR son cámaras pequeñas y manejables. Frente a equipos más grandes y pesados, con las DSLR ganas en comodidad, sobre todo en espacios pequeños o en tomas cámara en mano.

No todo son ventajas

Pero no todo son ventajas. Las cámaras réflex tienen ciertos inconvenientes que los cineastas han tenido que sortear con distintos trucos y apaños. El principal obstáculo es también el más lógico: estamos hablando de cámaras fotográficas, no de video. Nunca fueron diseñadas específicamente para la función que muchas veces acaban cumpliendo durante largas jornadas de rodaje.

Por tamaño pueden ser manejables, pero su ergonomía no es la ideal. Sujetar una cámara de fotos a la hora de grabar video puede resultar incómodo, por ejemplo, si no puedes ver bien el visor de imagen. En torno a este y otros problemas ha surgido toda una industria de periféricos que permiten “tunear” las DSLR. Se les puede añadir soportes, filtros, monitores, contrapesos… En estos casos realmente sólo se usa la DSLR por su sensor, el resto son añadidos para ofrecer los beneficios de las cámaras de video.

Una DSLR “tuneada” para añadirle funcionalidad
Una DSLR “tuneada” para añadirle funcionalidad

El sonido es otro handicap. El micrófono que incorporan las cámaras réflex es diminuto, apenas un pequeño orificio en el chásis. Esto no supone un gran problema, ya que en producciones profesionales es habitual que el equipo de sonido trabaje de forma separada al equipo de cámara, y se sincronice todo en edición. También existe la posibilidad de incorporar un micrófono externo, aunque las DSLR no cuentan con entradas de sonido profesional.

Otra limitación reside en los propios ficheros que generan. Para que no se dispare su tamaño y puedan almacenarse bien en las tarjetas de memoria, los videos grabados con DSLR usan un códec de alta compresión de imagen. Esto no es muy recomendable de cara a la postproducción y etalonaje del material. Además existe un límite de duración para cada fichero, que puede resultar engorroso si la toma que necesitas grabar es larga. Y el uso prolongado de las DSLR para video puede hacer que se recalienten dependiendo de la marca y el modelo.

Conclusiones

Pese a todo, si tanta gente las usa es porque los “pro” superan a los “contra” en muchas situaciones, gracias a los trucos y “tuneos” que hemos visto. Siempre se trata de una balanza donde hay que sopesar los requisitos de cada proyecto y la ventana final donde se mostrará la obra: internet, cine, tv… Sin saberlo, Canon abrió la caja de Pandora con su Canon 5D, el primer modelo en ofrecer grabación de video FullHD con una calidad sorprendente y a un precio tan asequible. El resto de marcas competidoras tuvieron que apuntarse a la carrera y replantear estrategias.

El siguiente paso lógico, que ya empieza a darse, consiste en usar esos potentes sensores del mundo de la fotografía en equipos adaptados a los requisitos del video. Cámaras como la Sony NEX VG10, la Panasonic AG-F101 o la Sony PMW-F3 ya aunan lo mejor de ambos mundos. En cualquier caso, esto supone poner al alcance de muchos mejores herramientas para poder enfocarlas de forma creativa en publicidad, videoclips y en la narración de historias.

NOTA ACLARATORIA:
Esta entrada es una revisión del texto original, publicado el 24 de octubre de 2011, en relación al boom de las DSLR en el sector audiovisual, principalmente desde la aparición de la Canon 5D Mark I en agosto de 2005. He decidido re-editarla no por su vigencia sino por su interés como muestra comparativa y punto de referencia de la evolución de este tipo de cámaras.